Con la ayuda de Aisha comencé este chal (compartiendo un té y algo para merendar, seguro) y luego de 13 horas de vuelo rumbo a Rafaela ya tenía forma. ¡Gracias KnitPro por las agujas intercambiables de madera o acrílico! Sino el viaje a casa de mis padres se hace interminable y el síndrome de abstinencia tejeril... mejor ni pensarlo.
Es un algodón jaspeado muy fino que compré en la tienda más conocida y antigüa, La Rueca, en Av Santa Fe. Usando agujas de 3.5mm y siguiendo el patrón Lavalette, pasé muuuuchas horas tejiendo. Me tocó deshacer unas pasadas y alguna mentirita hay por ahí.
El verano pasado estuvimos en Albarracín y qué ciudad y alrededores tan preciosos... Allí terminé las últimas vueltas y luego se me olvidó el chal en una bolsa de labores. En la limpieza primaveral lo re-encontré, bloqueé y aquí está. Creo que salió más mantilla que chal pero bueh...
Me encanta!!!
ReplyDeletela lana que has usado y el patron!!
muy buena combinacion!!!!
que gran descubrimiento fue para mi las agujas circulares intercambiables,...
besossss
Muchas gracias!
ReplyDelete